La moda está de celebración: Valentino Garavani cumple 88 años. El legendario diseñador se retiró en 2008, pero nunca ha dejado de estar presente en cada desfile y en el sector. Ha marcado un antes y un después, y nos ha dejado una herencia muy rica e infinita. Valentino es el típico ser humano que por su talento y maestría pasa a la historia y se convierte en algo irrepetible. Por algo es conocido como “el último emperador de la moda”.
El diseñador italiano nació el 11 de mayo de 1932 en el pequeño pueblo de Voghera, situado a una hora de Milán. Con una temprana vocación, siempre tuvo muy claro que quería estudiar moda y se marchó a la ciudad. Posteriormente se trasladó a París para seguir formándose y aprendiendo de la profesión. A los 8 años decidió emprender su propio camino en solitario.
Con el apoyo de sus padres regresa a su país para instalarse en Roma. Con financiación paterna abrió un atelier en la capital italiana. Al poco se sumó su socio Giancarlo Giammetti, y pareja por 10 años. De esta manera dio a luz a su firma Valentino y comenzó a escribir los renglones que el destino tenía deparado para él. Uno de los capítulos más importantes de la historia de la moda contemporánea estaba ya en marcha.
Era la época de la dolce vita y Roma era un desfile de cineastas y de estrellas del celuloide. La ciudad eterna se había convertido en un escenario de glamour y elegancia total. En estos tiempos Valentino conoció a divas como Elizabeth Taylor, quien no se pudo resistir a sus brillantes diseños. Poco a poco fue construyendo su identidad creativa: siluetas femeninas, la búsqueda de la belleza o la consecución de detalles elegantes para dar forma a sus diseños que conservan su belleza por mucho que pasen los años.
Además, ¿quién puede presumir de tener un color propio? El rojo Valentino forma parte del imaginario de todo el mundo. Y tiene una historia detrás. Tal y como explicó en una entrevista, todo comenzó en "la ópera del Liceo de Barcelona. Allí estaba yo, con 18 años, y de repente apareció aquella escena de mujeres todas vestidas de rojo, y me dije: Dios mío, qué color tan fuerte, tan bonito. En cierta forma es un color que le queda bien a todo el mundo: cuando una mujer vestida de rojo hace su aparición en un lugar, es tan fuerte su presencia. Entonces yo me dije: si algún día llego a ser un buen diseñador quiero que el rojo sea mi color. Y de ahí viene el rojo Valentino".
En los años 60 comienza a ser conocido internacionalmente y desfila en Nueva York. Poco a poco comienza a recibir encargos de novias ilustres, como Jackie Kennedy Onassis, Rosario Nadal, Marie-Chantal Miller, Máxima de Holanda, Mette-Marit de Noruega y Magdalena de Suecia.
Pronto se convirtió en un habitual en el mundo de la aristocracia y la alta sociedad de los 60, y no tardó en convertirse en el favorito de las celebrities. Muchas de ellas le escogieron para subir a recoger sus estatuillas en los Oscar, como Jessica Lange oJulia Roberts. Porque no hay alfombra roja sin un Valentino, ¡larga vida al emperador!
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