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Nerea Parada

Una ruta por Alsacia


La región histórica del noreste de Francia, Alsacia, ubicada en el valle del río Rin, frontera con Alemania y Suiza, es siempre un destino perfecto para impregnarte de cultura y gastronomía a través de pequeños pueblos de adoquines donde cada rincón es mágico, como Turckheim, Niedermorschwihr y Dambach-la-Ville.

Turckheim


Comenzamos por la localidad de Turckheim, famosa por su vino y la figura de su vigilante nocturno, única en la región alsaciana. En la entrada de la ciudad se encuentra el Cuerpo de Guardia, de donde cada día a las diez de la noche, de marzo a octubre, sale el vigilante a hacer su ruta por la localidad. Sus funciones son varias, desde portero o sepulturero hasta garantizador del orden de las calles de la ciudad. En la actualidad su valor es principalmente simbólico, realiza una vuelta por el pueblo entonando baladas y acompañado de lugareños y turistas, pero su figura tuvo vital importancia en el pasado y estuvo vigente hasta 1939, justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial.


Foto: Pierre Blaché

En frente del Cuerpo de Guardia se sitúa una popular fuente rematada con una estatua de la virgen, en la cual estaba prohibido lavar la ropa y dar de comer a los animales, por encontrarse situada a las puertas de la ciudad.


Otro punto de gran interés para los visitantes es la Plaza Turenne, donde se encuentra el edificio del Ayuntamiento y una iglesia, todo ello rodeado de casas de estilo alsaciano. Para defender la ciudad de ataques enemigos, Turckheim tiene tres puertas dispuestas en forma de triángulo. En primer lugar la Puerta de Francia, que es la puerta principal y está coronada por una torre cuadrada en cuya cima se suelen encontrar nidos de cigüeñas. En segundo lugar, la Puerta de Munster, que construida en el siglo XIV marca la historia de la brujería en la zona, y además cumple una función de protección frente a la tormenta, como demuestra su pequeño campanario que todavía sigue intacto a pesar de los años. Por último, está la Puerta de Brand, que tiene un carácter más defensivo y que fue renovada en 2006.


Niedermorschwihr


El siguiente destino de la ruta por la región Alsaciana es Niedermorschwihr. El pueblo fue casi destruido al completo por partida doble, en primer lugar durante la Guerra de los Treinta Años y en segundo durante los Combates del Bolsillo de Colmar.


Niedermorschwihr se caracteriza por dos cosas principalmente, sus viñedos y la aguja torcida del campanario de la iglesia parroquial, construida en el siglo XVIII. Las calles son antiguas y estrechas, y están dotadas de un magnífico empedrado y de las típicas casas de madera de la época del Renacimiento y del siglo XVIII.


Dambach-la-Ville


Foto: Matheus Guimarães

En el conocido como Gran Este, encontramos Dambach-la-Ville, en el corazón de la famosa ruta de los vinos. La ciudad cuenta con una fortaleza del siglo XI, una de las más antiguas de la región. Convertida en ciudad episcopal fortificada en el siglo XIV, experimentó muchos problemas con el sitio de Armagnacs a mediados del siglo XV, la revuelta de los campesinos a fines del XV, la Guerra de los Treinta Años en el siglo XVII o la ocupación alemana la segunda Guerra Mundial.


Esta localidad es muy apreciada tanto por su patrimonio arquitectónico como por su viñedo, uno de los más importantes de la región, donde se produce el famoso Grand Cru Frankstein.



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