Ficha
Título: Tres anuncios en las afueras
Título original: Three Billboards Outside Ebbing, Missouri
País: EE.UU., Reino Unido
Director: Martin McDonagh
Guion: Martin McDonagh
Reparto: Frances McDormand, Sam Rockwell, Woody Harrelson, Peter Dinklage, Caleb Landry Jones
Género: Comedia negra, Thriller, Drama
Puntuación: 5/5
A veces tengo momentos castizos (o si se prefiere, momentos abuelo) y creo que con un buen refrán todo está solucionado. Son categóricos. Y no necesitan argumentaciones (aunque luego entre ellos se contradigan: si no por mucho madrugar amanece más temprano, ¿para que ayudará Dios al que madruga?)
Terminada la película del británico Martin McDonagh, me giro y le digo a mi acompañante: "Pueblo chico, infierno grande".
Ahora, pensándolo bien, a saber si me entendió. Pero quedó muy bien la máxima tan concluyente.
Lo que quería decirle realmente es que lo que sucede en el pueblo ficticio de Ebbing, Misuri, deja a las calderas de Pedro Botero a la altura del balneario de Baden-Baden: cuando Mildred Hayes (Frances McDormand) decide contratar tres carteles publicitarios para evidenciar el papel de la policía local en la investigación sobre la violación y asesinato de su hija comienza en el pueblo una verdadera guerra subrepticia entre sus paisanos.
Las cartas están echadas y nadie es completamente bueno ni completamente malo. Por eso es un cuento bello, pero un cuento negro y profundo, como aquellos de los hermanos Grimm que en realidad eran terriblemente crueles.
Los actores saben que están ante unos personajes, que evolucionan, y no unos monigotes. Los claroscuros de los protagonistas serían imperfectos sin las actuaciones tan pulcras de McDorman, Woody Harrelson (el sheriff del pueblo) o el de un camaleónico Sam Rockwell en el papel de un policía racista y curda.
Es ética y es estética.
La estética es opresiva, profunda, negra, gótica, la de un Fargo (1996) sin nieve. Parece un filme de los hermanos Coen.
La ética. Simplemente es una película ética. Al menos que esto sean paranoias de un crítico y simplemente sea una historia bien contada, que al fin y al cabo el cine es eso.
Pero que la ética no asuste. Tres anuncios puede ser devorada con facilidad por casi todos los tipos de públicos, independientemente de lo que piense cada cual del final. Según mi teoría es correctísimo. En todo caso, creo que es una película generacional.
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