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Foto del escritorNuria Mateo

Todo lo que el jengibre puede hacer por ti



Un antiguo proverbio indio sostiene que “todo lo bueno se encuentra en el jengibre”, es una raíz originaria de China y pertenece a la familia de las zingiberáceas. Su tallo subterráneo es un rizoma horizontal y, aunque a la vista puede parecer poco agraciado, en realidad es un tubérculo casi milagroso por su innumerables beneficios.


- Mejora la digestión y ayuda a eliminar diarreas, indigestiones, cólicos y náuseas, además de aliviar la acidez.


- Es muy potente para los problemas del aparato respiratorio: amigdalitis, asma, gripe, resfriados y bronquitis.


- Combate las migrañas.


- Actúa como antiinflamatorio.


- Aliviar el dolor causado por la artritis.


- Combate la acidez y gases intestinales.

- Acelera el metabolismo y ayuda a quemar grasa.


- Elimina toxinas y estimula la circulación sanguínea.


- Equilibra los niveles de azúcar del organismo y reduce el colesterol.


- Aporta múltiples beneficios a la piel: previene el envejecimiento, limpia y exfolia de forma natural además de reafirmar y combatir la celulitis.


El jengibre puede tomarse fresco, seco, o en polvo, lo más habitual es tomarlo en infusiones. Se pueden preparar caseras de forma sencilla, dejando reposar rodajitas en agua hirviendo 3-4 minutos.


En la cocina, combina bien con la salsa de soja, el vinagre, el limón, el sésamo, el aceite, y el miso para elaborar salsas, vinagretas y condimentos; utilizándose para aliñar ensaladas, sazonar carnes y como ingrediente en el menú asiático.


La otra opción, muy utilizada por la cocina oriental y la natural, es la de rallarlo, exprimir la pulpa obtenida y añadir ese zumo al final de la cocción, justo antes de comérselo. Se recomienda media cucharadita de zumo por persona.


El jengibre encurtido japonés o gari, suele acompañar el sushi y el maki para aportarle textura crujiente y un toque de sabor ácido y salado que limpie el paladar entre bocado y bocado.


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