Actualmente vivimos en una sociedad de consumismo en lo que todo es efímero, lo cual, se refleja en todos los aspectos de nuestra vida y, por consiguiente, en nuestra forma de consumir moda, como estamos viendo con el fast fashion.
La sostenibilidad es un tema del que cada vez es más consciente la sociedad, y con la moda no iba ser menos. Las marcas cada vez son más responsables del impacto que tiene la contaminación del sector, y están tomando medidas al respecto uniéndose a la tendencia, trabajando líneas y colecciones, que utilizan materiales sostenibles.
"La moda sostenible es una realidad a la que todavía tenemos que adaptarnos. Las cifras demuestran que la industria de la moda contribuye al 10% de la huella de carbono global y si no tomamos medidas al respecto, dentro de 20 años esta industria será la responsable de una cuarta parte de la emisión mundial de carbono", comenta Laura Opazo, autora de Armario Sostenible y especialista en moda sostenible.
“Tenemos que adaptarnos y ser conscientes de que con gestos muy sencillos como elegir materiales sostenibles como el algodón orgánico certificado o materiales reciclados, podemos contribuir al cambio” afirma Laura.
¿Cómo podemos intuir si una prenda es más o menos sostenible?
Laura Opazo nos recomienda leer bien las etiquetas para identificar algunos parámetros que nos ayudarán a ello.
LUGAR DE FABRICACIÓN
No es lo mismo una prenda producida en la Unión Europea que en los países del Sudeste Asiático por lo que es conveniente estar atentos al "made in Bangladesh/Pakistán/India" o cualquier otro país asiático cuyas laxas políticas laborales no contemplen condiciones seguras de trabajo en los entornos de las fábricas y salarios justos.
MATERIALES
Un listado de materiales en los que debemos fijarnos para saber si se trata de una prenda sostenible:
Algodón orgánico con certificado textil de comercio justo: a diferencia del convencional, el algodón orgánico no procede de semillas transgénicas y en su cultivo no se añaden pesticidas, fertilizantes químicos sintéticos ni herbicidas tóxicos, lo cual beneficia al medioambiente puesto que respeta los recursos naturales y el ecosistema y que en contacto con la piel no provoca dermatitis ni reacciones alérgicas. Es importante asegurarse de que lleve algún tipo de certificación ecológica, como puede ser GOTS, ya que hay múltiples problemas con los derechos de los trabajadores en la cadena de suministro de algodón y en muchos casos todavía se dan situaciones de trabajo infantil.
Algodón reciclado: proveniente en su mayoría de tejido preconsumo (es decir, de restos de hilados y tejidos que son desechados en el proceso de corte y la confección de indumentaria) en mayor medida que postconsumo (el algodón de productos ya usados en el mercado, ya que es mucho más difícil y más costoso de reprocesar debido a la variedad de colores involucrados y el mix de fibras que componen la tela).
Seda ahimsa: Ahimsa en sánscrito significa, literalmente "evitar la violencia" o "no violencia", por lo que ya nos muestra la idea de que el proceso de fabricación de esta seda es respetuoso con el medioambiente, y ético especialmente, con la oruga que la produce. Aparentemente, la seda de la paz es la misma que la seda tradicional. Es fuerte, suave, elástica y más resistente que un cable de acero de similar grosor.
Tejido de plástico reciclado: el plástico es un material de origen sintético utilizado hoy en día de forma masiva. En muchas ocasiones no es reciclado y pasa a ser basura, por lo que se convierte en un elemento muy contaminante para el entorno, pero reciclando este material se contribuye a un menor consumo de recursos naturales y a la limpieza de nuestro planeta. Los productos recogidos, en su mayor parte botellas, son limpiados y reducidos hasta crear nuevamente hilo con el que crear prendas de ropa. Existen grandes marcas que utilizan este material ya que es muy práctico y es que una de sus ventajas es que no necesita ser planchado colaborando también con el ahorro energético.
Biomateriales o nuevas fibras de mezcla: en los últimos años, se ha iniciado una revolución de la mano de la innovación tecnológica y científica, produciendo nuevos tejidos sostenibles que usan materiales nuevos y, entre otros, lo que hasta ahora considerábamos deshechos, como restos de lana, basura plástica o pieles de frutas como el cuero de seta, fibra de piña y la fibra de naranja, entre otros.
Estos materiales además cuentan con características que los convierten en prendas de mayor calidad y que, por tanto, serán más perdurables en el tiempo y no nos llevarán a un consumo innecesario.
Comments