Situada a dos horas de Bruselas en tren, Spa es la ciudad del turismo de wellness y salud de Bélgica por excelencia. No es casualidad que el zar Pedro I de Rusia la eligiese como su ciudad de descanso, o que el rey Leopoldo II y la reina María Enriqueta la eligieran como su residencia. De hecho, hoy en día, el Pouhon Pierre-le-Grand, un edificio de la ciudad de Spa, alberga un manantial de agua mineral, que incluye una estatua del propio zar.
Como parte de la ruta cultural de ciudades balnearias históricas de Europa, Spa ofrece una experiencia relajante y prácticamente rejuvenecedora gracias a los beneficios para la piel de los baños carbonatados y el agua termal. Los baños termales de Spa representan la fusión perfecta entre el bienestar moderno y la tradición de la hidroterapia. Desde tratamientos de balneoterapia hasta juegos acuáticos y programas de relajación, los visitantes pueden sumergirse en el mundo del bienestar en un entorno verdaderamente encantador.
Además, para los entusiastas del agua, Spa cuenta con una variedad de manantiales minerales ferruginosos espumosos, que ofrecen una amplia gama de composiciones minerales y son bastante característicos del lugar. De hecho, es gracias a la ciudad de Spa de Valonia, que hoy en día conocemos los centros termales bajo el nombre de spa.
Más allá de sus aguas curativas, este destino de Valonia ofrece una rica historia cultural y vida activa que se refleja en sus museos, como el insólito Museo de la Lavandería, Museo de la Ciudad de las Aguas o el Museo de 12ª Línea Príncipe Leopoldo y la 13ª Línea, un museo conmemorativo que traza la historia militar del regimiento en Spa. Asimismo, es aquí donde se celebra el Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1, que se lleva a cabo en el circuito de Spa-Francorchamps, generalmente a finales de agosto o principios de septiembre.
La ciudad también es conocida por su gastronomía de calidad y ofrece una experiencia culinaria inolvidable para los amantes de la buena comida. De hecho, a solo unos kilómetros de Spa, los visitantes pueden explorar aún más las delicias culinarias de la región, como el queso Sarté de Nathalie Thorez o los exquisitos pralinés de Austen en Renaud, sucesor del renombrado chocolatero Jean-Loup Legrand.
Otra de las experiencias que dejan un recuerdo imborrable es recorrer en coches vintage o en vespas, los alrededores de Spa para descubrir los encantadores pueblos y bosques de la zona.
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