Cosquilleos, ardor, picor: qué significa lo que sientes al aplicar un cosmético
- Javier Mateo
- 4 jun
- 2 Min. de lectura

¿Sientes un cosquilleo o un leve ardor en la mejilla justo después de ponerte tu nuevo sérum de vitamina C? Respira: tal vez tu piel solo esté "en modo entrenamiento". Así lo explica la facialista y cosmetóloga barcelonesa Esther Moreno, fundadora de EM Studio, en su última charla con la prensa: "Sentir algo no siempre es malo… pero tampoco siempre es bueno".
De los “pececitos cosméticos” al colágeno en marcha
Ese hormigueo que algunas de sus clientas describen como "pececitos cosméticos” suele aparecer cuando utilizas ácidos exfoliantes, enzimas, retinoides o altas dosis de vitamina C. "Es como cuando haces ejercicio y notas los músculos reaccionar; la piel está recibiendo la señal de regenerarse, exfoliarse o estimular el colágeno", compara Moreno.
Activación Vs. irritación
No todo cosquilleo es señal de gloria. Si el picor dura más de un par de minutos, empeora o deja la piel roja e inflamada, especialmente en zonas finas como el contorno de ojos, algo va mal. Detrás puede haber un uso excesivo de producto, una barrera cutánea debilitada o la mezcla de activos incompatibles.
La regla de los 2 minutos
Moreno lo resume así: si la molestia es leve y se esfuma rápido, sigue. Si persiste o crece, detente y reajusta la rutina.
La checklist de la experta para rutinas sin drama
Menos es más: con 3‑5 gotas basta en la mayoría de los sérums.
Introduce los activos poco a poco (especialmente retinoides y exfoliantes).
No mezcles ácidos y retinol la misma noche: dales días diferentes para brillar.
Escucha a tu piel: unas noches toca tratar, otras, reparar.
Después de la "chicha", calma: busca fórmulas hidratantes y antiinflamatorias que equilibren la barrera cutánea.
No te fíes solo de la sensación
Que una fórmula se haga notar no la convierte automáticamente en más eficaz. Al final, la prueba del algodón son los resultados a medio plazo: piel más luminosa, compacta y uniforme.
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