Depende mucho de la duración del vuelo y del destino, pero por general, subirse a un avión supone una dura prueba para el cuerpo. Si eres una frequent flyer deberías tomar medidas a 35.000 pies de altura para aterrizar con la mejor de las caras.
"Los cambios de presión atmosférica, unos niveles de humedad ambiental del 8%, cuando descender del 20% ya supone una dura prueba para la epidermis, los materiales que revisten las cabinas y que tienen hasta 5000 elementos volátiles (hidrógeno, carbono, flúor, cloro, bromo…), la cantidad de rayos solares que atraviesan las ventanillas y afectan a la piel como los infrarrojos o los rayos X de acción glicante del ADN… todo esto convierte el avión en un escenario hostil para la piel", asegura Paola Gugliotta, co-creadora y directora de Sepai.
1. AL EMBARCAR
La piel ya nota los estragos del aire acondicionado o la calefacción y la falta de ventilación natural de los aeropuertos. Una vez cruzado el finger, lo más habitual es que ya esté ligeramente deshidratada y más frágil.
Para proteger la piel…
Sepai, Martiderm y Uriage
2. ALTURA DE CRUCERO
La escasa humedad ambiental de la cabina comienza a deshidratar tu piel. Hasta adquirir la altura de crucero, e cambio de presión altera el film hidro-lipídico que protege la piel. A 35.000 pies de altura la llega menos sangre a la piel y se percibe una pérdida de tono. Además, debemos comer saludable para mantener el funcionamiento de nuestro cuerpo correctamente. Evitar el consumo de alcohol o las grasas.
Cuerpo a salvo…
Sepai, Roha-Max y Unica +72hydra
3. UNA HORA DESPUÉS
Para contrarrestar la presión exterior, el interior del avión se presuriza con aire acondicionado de baja humedad, y esto hace descender los niveles de oxígeno dérmicos. Además, la alta concentración de anhídrido carbónico del entorno (5 veces superior a la del aire natural) asfixia la epidermis y apaga el tono de la piel. La hidratación de la piel disminuye un 20% más.
Mantener la hidratación por fuera y por dentro…
Beauty&Go, Sepai y Vitamin Well
4. DESPUÉS DE OCHO HORAS DE VUELO
La baja presión provoca que el aire de dentro de nuestro cuerpo se expanda y la circulación se ralentice. Las piernas están hinchadas y pesadas.
5. ATERRIZANDO
La piel está tirante y grisácea y se tiene sensación de pelo “sucio”. Después del vuelo, la cantidad de rayos solares que han atravesado el avión han provocado una glicación del ADN de la piel.
Aterriza sin ojeras y con la piel reparada…
Sepai, Martidem, Twelve Beauty y Matriskin
ERRORES
“El gesto tan extendido de pulverizar un mist o agua termal sobre la piel a bordo del avión puede ser contraproducente para la piel si se hace con mucha frecuencia, y si no se absorbe en al menos 20 segundos una vez aplicada. Están formulados con ingredientes humectantes y el producto se queda sobre la piel y puede agravar la deshidratación”, afirma Gugliotta. "Recomendamos aplicarla, no más de 1 vez por cada 5 horas de viaje, y secando el excedente de producto 15-20 segundos después de su aplicación”.
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