En estos días en los que nos pasamos las 24 horas del día en casa y la actividad física no es la misma que hace una semana escasa, os damos varios consejos para comer durante la cuarentena y procurar no engordar.
No se trata de sentirnos culpables por haber cometido algún exceso, si no intentar que la comida no se convierta en un consuelo y convertir nuestra dieta en un caos.
Muchos y muchas de nosotros lo hemos pensado, o nos pesamos más a menudo (quizá por el propio aburrimiento). Son momentos de estrés, nervios, aburrimiento y ansiedad, y eso nos lleva a realizar varios viajes a la nevera o a la despensa para calmar nuestro estado de alarma, pero se trata de un error ya que puede provocar que nos alimentemos mal.
Motivos emocionales como prácticos nos pueden llevar a la tentación de picar sin parar estos días. Tenemos la cocina a pocos segundos andando, y la facilidad es mayor.
Es muy importante elaborar un plan de acción y construir una rutina:
Elegir unos platos saludables y equilibrados que no sean apetecibles.
No adelantar ni cambiar los horarios de cada comida. Es importante mantener el orden.
Es buen momento para iniciarse en la Alimentación Consciente y no introducir distracciones en las comida que hagan que comamos más o peor.
Planificar la compra antes de ir: si no lo compras, no lo comes. Esta es la regla base y más fundamental. Hay que meditar bien la lista de la compra y hay que evitar productos ultraprocesados, que generan adicción y se necesitan comer cada vez con mayor frecuencia.
Los alimentos que deberían reinar en tu nevera son las frutas y verduras. Las zanahorias, por ejemplo, son un snack que acompañadas de queso, hummus o guacamole constituyen un aperitivo muy sano saciante y el edamame, que venden congelado en algunos supermercados, también puede ser una alternativa. Asimismo, el aceite de oliva virgen extra (AOVE) refuerza el sistema inmunitario, como el galardonado Palacio de Los Olivos, nº1 del mundo 2017, 2018 y 2019 en variedad picual, que su contenido en antioxidantes naturales refuerza nuestra defensa natural contra infecciones, como las de bacterias y virus.
En cuanto al café… Obviamente, no es la mejor opción porque el exceso de cafeína va a aumentar nuestro nervioso. Los expertos aconsejan intentar sustituir esos cafés por infusiones sin teína, aguas saborizadas o con rodajas de fruta o café descafeinado. Y un recordatorio importante: evitar que los niños tomen alimentos azucarados ya que les sobreexcitan.
Prebiótios para una microbiota sana
También es importante tener una microbiotica sana que regule nuestro organismo, ya que una ingesta regulada de prebióticos favorece al equilibrio de la microbiota intestinal, refuerza la pérdida de peso y reduce las posibilidades de volver a recuperarlo. Por ello, hay que consumir alimentos ricos en prebióticos como las legumbres, copos de avena, espárragos, plátanos, puerros, cebollas y frutos secos. Además, un gran aliado es Oenobiol Captador 3 en 1®Plus+, con su acción prebiótica demostrada reequilibra la microbiota intestinal en 48 horas, capta hasta el 75% de calorías ingeridas en cada comida y activa la sensación de saciedad hasta 4 horas. Y ahora cuenta con una oferta limitada: por la compra de un pack con 2 unidades (120 cápsulas), un 33% descuento.
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