En invierno bajan las temperaturas y se producen precipitaciones que transformen el paisaje, en muchas ocasiones, bajo un manto blanco, regalándonos verdaderas estampas de película. Esto es algo que nos da la oportunidad de explorar estos espacios naturales y conocer esta imagen que solo se puede disfrutar unos pocos meses al año.
España es un país que posee una gran cantidad y diversidad de paisajes, y después de Suiza, es el más montañoso de Europa, por lo que no es necesario viajar fuera de nuestras fronteras para descubrir espectaculares paisajes invernales.
De hecho, el paisajista y experto Fernando Pozuel ha querido elaborar una selección de aquellos parajes nacionales que adquieren una espectacular belleza al llegar el invierno y que cuentan con una gran riqueza natural, con una diversidad de especies autóctonas y características de estas zonas, lo que los convierten en una perfecta opción para visitar durante las vacaciones navideñas o incluso después, aprovechando esta época del año, reconectando así con el entorno natural:
Canfranc (Huesca)
Es uno de los destinos más conocidos para esquiar en nuestro país. Dentro de la provincia de Huesca y coronado por los Pirineos, Canfranc es un lugar que nos puede ofrecer una infinidad de posibilidades de ocio, más allá de la práctica de este deporte. Entre ellas se encuentra un grandioso paisaje natural que nos permite realizar diversas rutas de montaña o descubrir su casco histórico, declarado Conjunto Histórico Artístico. Además, vislumbrar su majestuosa Estación Internacional de Ferrocarril nevada es algo único.
Sierra de Gredos (Ávila)
Situada en el suroeste de la provincia de Ávila, es el núcleo más frecuentado de la Comunidad de Castilla y León. Algunos de los lugares más destacados que podemos encontrar son el Circo de Gredos o la Laguna Grande, que en invierno se transforman por completo, ofreciendo una estampa única. Además, rodeados de robles, pinos silvestres o castaños, que son los elementos naturales más característicos, podemos encontrar numerosos pueblos de verdadera piedra.
Parque Nacional de Sierra Nevada (Granada)
Ubicada en el sur de España y dentro del Sistema Bético, Sierra Nevada es el macizo montañoso de más altura de Europa Occidental, tras los Alpes. Cuenta con el pico más alto de la Península Ibérica, el Mulhacén, con 3.479 metros. Todo este paisaje se cubre con un manto blanco durante los meses del invierno, potenciando la espectacularidad de las más de 20 cimas altas con las que cuenta para los más aventureros. Además, la estación de esquí nos permitirá disfrutar de este deporte, además de diferentes actividades en familia.
Valle de Arán (Lérida)
Su cercanía con nuestro país vecino, Francia, convierte a esta comarca situada en la vertiente septentrional de los Pirineos centrales, en un verdadero paisaje de cuento. Además de albergar algunas de las pistas de esquí más conocidas de todo el país, en ella podemos encontrar algunos de los pueblos con más encanto invernal de España. La madera y la piedra, sumadas a un estilo de construcción muy característico, acompañan a la nieve en los meses más fríos para ofrecer una perfecta opción de escapada navideña. Todo ello con una abundante flora y fauna donde destacan los abetos y pinos negros.
Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama (Madrid)
Cerca de la capital se encuentra este sistema montañoso que debe su nombre al río que nace en ella, el Guadarrama. Con más de 80 km de longitud, es la encargada de dividir la meseta, incluyendo las provincias de Ávila, Madrid y Segovia. Con un total de 5 puertos de montaña, este paisaje natural nos permite disfrutar del invierno y de las nieves que coronan sus cumbres durante estos meses, siendo La Maliciosa una de las montañas más importantes. Los numerosos pueblos que se encuentran en ella esconden verdaderos tesoros que podemos descubrir, como el Castillo de los Mendoza o la Aldea Visigoda de la Cabilda.
Parque Nacional del Teide (Islas Canarias)
Si pensamos en un paisaje invernal, seguramente Canarias no sea lo primero que se nos venga a la cabeza, pero es muy común que cuando las temperaturas descienden y el invierno entra de lleno en las islas, la nieve alcance al que es el pico más alto de España, el Teide. Y es que sus 3.715 m de altitud ayudan a ello. Si lo que buscamos es variedad de opciones, este paisaje volcánico nos permitirá disfrutar de la nieve, si es que la hay, y al mismo tiempo poder aprovechar el clima más suave para llevar a cabo otras actividades, no tan ligadas con estos meses de invierno.
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