Hace 3000 millones de años aparecieron en la Tierra unos microorganismos responsables del origen de la vida, las microalgas marinas, que a diferencia de las algas, son organismos unicelulares y disponen por si mismas de todos los elementos necesarios para vivir. Al igual que los árboles cuando realizan la fotosíntesis, las microalgas marinas producen el 50% del oxígeno que necesitamos para respirar. Así mismo, al alimentarse de CO2 son las responsables de mantener el ecosistema y la calidad del aire puro y de una calidad inigualable.
Por ello, múltiples empresas de cosmética las usan en sus productos, como la marca española Bluevert, que ha conseguido ir a otro nivel y, tras 7 años de investigación, han desarrollado el complejo marino encapsulado Plasmarine™: el absoluto del Mar, una sustancia altamente concentrada, de un grado de pureza máximo que concentra en una pequeña cantidad todos los elementos presentes en los océanos. A partir de ese absoluto trabajan la química y la física del ingrediente para transformarlo, encapsularlo, estabilizarlo y liposomarlo.
Plasmarine™ es capaz de reparar el daño celular y luchar contra el envejecimiento en tiempo récord. En él radica el origen de la vida. Este complejo celular patentado, en sinergia con otros preciados activos como el ácido hialurónico, el colágeno soluble marino, resinas botánicas, minerales preciosos, la perla y un sinfín de potentes ingredientes activos, logra una potente fórmula anti-edad.
Por ejemplo, entre sus líneas, se encuentra el nutricosmético L’interieur (54€) de Bluevert, un complemento que contiene todos los ingredientes necesarios para proteger la piel de la oxidación ayudando a hidratarla desde del interior. Además, aumenta la elasticidad de la piel y reduce las arrugas. La piel se revela más saludable y luminosa.
Donde nace el secreto mejor guardado
La planta de cultivo de microalgas marinas, se encuentra en la paradisíaca isla portuguesa de Porto Santo, una micro isla del Atlántico Norte, cuna de los macro beneficios de la cosmética que usa Bluevert.
En la exclusiva isla del archipiélago de Madeira de poco más de 5000 habitantes, se encuentran nuestras instalaciones, en el punto estratégico donde el agua del océano Atlántico es pura, las fluctuaciones anuales de temperatura son mínimas y la radiación solar es ideal para el cultivo dwe éstos ricos organismos unicelulares.
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