Con muy poco tiempo de vida, Lydia's Smokehoyuse, el nuevo concepto de restaurante ubicado en la calle Juan de Austria 16 de Ibiza, ha cosechado tantos adeptos, incluidos influencers y celebrities, que ha colgado el cartel de sold out durante varios días consecutivos, y es que este local especializado en carne ibérica ahumada al estilo Nueva Orleans, ha aterrizado en la isla de la mano de sus propietarios César Galán y John Malek, para ofrecer a ibicencos y a turistas de todo el mundo “la excelencia del sabor de la carne ibérica a modo de asado o de hamburguesa en una carta de tan solo ocho platos”.
Sus propietarios señalan que “no esperamos tan buena acogida nada más abrir, estamos trabajando 24 horas pero muy felices. Nuestra prioridad es garantizar el mejor servicio, no queremos deseamos facturar más, sino que todo aquel que venga se sienta como en casa”, explican.
El secreto de esta nueva hamburguesería es su comida sureña americana, acompañada del mejor whisky de importación. Una propuesta rompedora que bebe del estilo de cocina ahumada de Nueva Orleans y que contempla acoger, además, eventos muy especiales como las noches de cine amparadas en clásicos de películas americanas, las tardes de backgammon o de karaoke country, así como los bailes al ritmo de rock & roll.
Ocho platos de comida sureña y las mejores marcas de whisky
“En los asados trabajamos con piezas procedentes del cerdo ibérico, como sello de identidad español, y de la vaca, que cocinamos a baja temperatura en un horno especial, con combustión de madera de cerezo y largas duraciones para conseguir una ejecución excelente, melosa y adictiva”, explican Galán y Malek, quienes detallan que las hamburguesas “las fabricamos a mano y las picamos a diario, usando cinco partes de la vaca para una formación increíble, llena de sabor y con la aportación de grasa milimétricamente estudiada, ya que no es una ciencia exacta y cada día la carne picada te pide más o menos infiltración, por eso vigilamos mucho este punto, ¡es la clave!”, confiesan.
La carta de Lydia’s, que también incluye postres caseros populares sureños, “está mimada y cuidada al detalle, pensada con la única intención de ser excelentes en cada cosa que hagamos y buscando siempre que nuestros clientes puedan valorar nuestro trabajo en cada visita”, concluyen César Galán y John-Malek. Sus protagonistas, nuestra selección, son fácilmente reconocibles, la Cheeseburguer (9,5€) y Chicken burger (9,50€), también cuenta con opción vegana, la Beyond Burger (15€), con queso y bacon veganos, que te recomendamos que acompañes a todas ellas con patatas fritas caseras (4€). También cuenta con costillas, pulled pork y el sandwich Lydia's toast. Para terminar, su deliciosa hamburguesa de nutella y plátano.
El sueño de dos locos por las barbacoas
El chef César Galán, con 18 años de carrera a sus espaldas, y el diseñador de barcos industriales John-Malek forman el dúo perfecto para dar vida a “este sueño que comenzó a crearse en el mismo momento en el que dos locos por las barbacoas, por las sobremesas con whisky, los viajes con mochila, las motos custom y las partidas de póker que hacen correr el reloj, nos conocimos e hicimos disparar nuestras ideas para dar vida a un proyecto en común”, sentencian. De esta manera nació Lydia’s, el nuevo restaurante en Ibiza “que pretende convertirse en un lugar de referencia en la isla y ser aquello que todo el mundo necesita: un hogar fuera del suyo”.
“Teníamos muy clara la ubicación en la que queríamos montar nuestro restaurante desde el primer momento, porque para nosotros Ibiza es un destino único, con magia propia, que reúne todas la condiciones para conseguir nuestro objetivo: congregar a toda esa gente especial en nuestra casa, a diario, sin avisar y sin reservar”, aseguran. “Somos conscientes del momento tan delicado en el que ha coincidido nuestra apertura pero tenemos muchísima confianza e ilusión, creemos que este aquí y ahora lo hacen todavía más especial y, por supuesto, tomamos todas las medidas sanitarias y de limpieza”, concretan.
En esta línea, Lydia’s cuenta con el aforo establecido, la separación marcada entre mesas y con todos los protocolos de seguridad. “Trabajamos de forma que los comensales tienen que levantarse a la barra para pedir, por orden, y cuando tienen la comanda lista les llamamos por su nombre”, explica Galán.
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