Últimamente el debate de la paridad laboral entre hombres y mujeres ha sido más que candente, pero la industria artística, hablemos del celuloide y del teatro, no se queda atrás.
Por citar varios ejemplos que últimamente han salido a la palestra, entre las 100 películas más taquilleras de la historia, solo tres han sido dirigidas por mujeres, apenas el 7% de los filmes estrenados en 2017 fue dirigido por una mujer y en España las mujeres representan el 26% de la estructura laboral del cine frente al 74% de los hombres, datos recogidos de Cima, la asociación de las cineastas españolas.
Con estos datos tan esperanzadores uno se preguntaría qué mueve a una mujer a meterse en esta industria copada por la fuerza masculina. La actriz y productora Mónica Regueiro, nos esclarece y nos da esperanzas para ver lo que muchos dudan, un poco de luz detrás del túnel.
Comencemos por el principio. ¿Qué es para ti un productor?
El alma de un proyecto. Y lo afirmo categóricamente, porque sin la figura del productor no se
puede hacer realidad algo que se sustenta en papel e ideas intangibles.
¿Y usted diría que hay diferencia entre un productor y una productora?
Diría que la diferencia está en la enorme brecha numérica que existe entre productores y productoras, nos manejamos en un sector claramente masculino y masculinizado, en el peor de la sentidos.
¿Y si no, por qué se empeñan desde fuera en que sí las haya?
Porque nos movemos en un sistema patriarcal donde los que tienen los privilegios temen perderlos y se incomodan. Las mujeres no venimos a pelear, venimos a defender lo que es justo, que se nos valore por nuestras cualidades y nuestro nivel profesional, no por lo que tenemos entre las piernas.
Con las cifras y el panorama que se entreveía en el panorama español, ¿qué le incentivó a meterse en este berenjenal?
Pues supongo que la pasión por mi oficio. Sólo por el hecho de ser mujer vas a sufrir discriminación en prácticamente cualquier sector, pero la industria del cine es muy machista. Las directoras, guionistas, técnicos, y puesto de responsabilidad en general tienen una representación femenina mínima.
¿Cómo se van a escribir historias de y para mujeres si los que escriben son hombres?
En el caso de la producción el problema es aún más flagrante. Los productores proponen y los directores de cadena deciden. Esto tiene que cambiar, porque además el público objetivo que consume cine español son mujeres de más de cuarenta, quizá cuando nos demos cuenta de eso a la industria le empezará a ir mejor...
¿Se ha encontrado con el doble de dificultades que si hubiera sido un productor?
Pues te diría que para muchas cosas sí. A menudo con las distribuidoras de mi película, que también son mujeres y se encuentran en las mismas circunstancias. Tienes que demostrar el doble que un hombre y aún así, en muchos foros cuesta que te tomen en serio.
Yo en uno de mis proyectos tengo un socio (al que adoro) que tiene que estar repitiendo constantemente que soy la productora y que le idea parte de mí, porque por norma general en las reuniones se dirigen a él por el mero hecho de ser hombre. No es una queja, es la constatación de un hecho que se repite en los círculos de poder.
¿A que le suena… “He sentido alguna vez, aunque no de manera agresiva, la sensación de ser una intrusa, de que tienes que hacer más esfuerzos para ser escuchada”?
Pues el pan nuestro de cada día, a la situación que vivimos muchas mujeres en repetidas ocasiones y con la que tenemos que lidiar desde la unión y dando lo mejor de nosotras para cambiarla, porque sí creo que se pueden hacer grandes cosas reivindicando, unidas y con trabajo bien hecho.
Con el cambio de gobierno, ¿qué cree que puedan hacer?
Pues espero que se tenga en cuenta la cultura como lo que es, una fuente de riqueza imprescindible para la educación de nuestros hijos y para hacer una sociedad mejor, no mirarla como simple ocio. Que se valore y se potencie el cine y el teatro, porque además es una industria que genera millones para el estado y se la ha maltratado mucho en los últimos años.
Qué le sugeriría a José Guirao? ¿Alguna solución?
Le diría que espero ley de mecenazgo, estatuto del artista, reducción del IVA cultural y legislación fiscal que facilite nuestros propios rodajes y atraiga los de fuera, todo eso espero, así, para empezar... Si nos fijamos en el famoso Test de Bechdel, sistema para evaluar la brecha de género en películas, cómics, obras de teatro, ..., para quien lo recuerde se evalúan estos tres aspectos:
La obra debe mostrar al menos dos mujeres en pantalla/escena.
Estas deben hablar entre ellas.
La conversación debe girar alrededor de algo diferente a un hombre.
Si volvemos a los números y limitándonos a las 200 cintas con más recaudación de la última década, el porcentaje de éxito se reduce hasta el 47%.
Algo incuestionable es que los números no engañan y tampoco los entrecomillados de tantas mujeres que luchan por esta igualdad en una industria que hace soñar a tanta gente.
Yorumlar