Las obras de los grandes surrealistas del siglo XX se expondrán en Madrid durante más de tres meses. Nombres tan evocadores como el de Dalí, Duchamp o Magritte configuran un cartel completísimo, en donde se tocan todos y cada uno de los aspectos esenciales de la vanguardia. Con 180 obras cedidas por el Museo de Israel, la muestra es de las mayores que se han producido tanto a lo largo del tiempo como a lo largo de la historia.
El Palacio de Gaviria se vuelve a convertir en la sede preferida para las colecciones más emblemáticas. Después de realizar las monográficas dedicadas a M. C. Escher y Alphonse Mucha, Arthemisia y Art Projects organizan Duchamp, Magritte y Dalí. Revolucionarios del siglo XX; un amplio recorrido por una de las vanguardias dejó un rastro tan fecundo como para que, después de más de 100 años, sus obras nos sigan ayudando a entender la realidad: el Surrealismo.
Adina Kamien-Kazhdan, comisaria de la exposición, explicando las obras de la misma / Foto: Guillermo Martínez
Una de las características que hace especial la exposición es el carácter que tienen las obras, pertenecientes al Museo de Israel. Belén Llera, directora general de museos, archivos y bibliotecas del Ayuntamiento de Madrid, lo expresaba así: “Esta es una gran oportunidad de intercambiar experiencias con Israel, además de ser un buen ejemplo de gestión de espacios público-privados".
En esa línea también se expresó Daniel Kutner, embajador de Israel en España y Andorra, al comentar que “no hay mejor ocasión para que los madrileños y españoles en general conozcan mejor la cultura israelita que precisamente este año, en el que se celebran los 70 años de la formación del Estado de Israel”. Aunque por otro lado, poco o nada es lo que la cultura y tradición israelita aporta a la exhibición, ya que los artistas que la conforman no tuvieron relación alguna con el país del embajador.
Por su parte, Eran Neuman, director del Museo de Israel, se centró en hablar sobre el significado tan presente que aún hoy tienen las obras surrealistas como “espejos vibrantes de la realidad” y “las alucinaciones como necesidad humana”. Del mismo modo, Óscar Tusquets, que fue amigo y colaborador de Dalí, se ha esmerado en señalar “el acierto de la comisaria en la coherencia de la exposición, ya que no está dividida ni cronológicamente ni por autor, sino que las obras se encuentran condensadas en grandes temas”. De hecho, cada temática que se aborda en la exhibición está diferenciada una de otra mediante la utilización de distintos colores.
Fue Adina Kamien-Kazhdan, Comisaria de Arte Moderno del Museo de Israel y de la presente exposición, quien defendió la unión entre el movimiento dadaísta y el Surrealismo, ya que “comparten temas esenciales”, tal y como declaró la experta. Haciendo referencia al espacio en el que está proyectada la muestra, la comisaria afirmó que “hacer algo así en un sitio como el Palacio de Gaviria ya supone en sí mismo una experiencia surrealista”, y añadió una pequeña particularidad: “La sección en la que se tratan los deseos del elenco surrealista –a veces tan lascivos-, está situada en la sala donde estuvo la sacristía del Palacio porque así lo hubieran querido los propios artistas”.
En cuanto a la muestra, perfectamente diseñada y jugando con algunos elementos interactivos, como ya sucedió en anteriores exposiciones, cabe destacar la cantidad de autores y autoras que la conforman. Aunque en el cartel apenas aparezcan seis nombres propios, personajes como De Chirico, Herbert Bayer, Dora Maar, Paul Delvaux, Marcel Jean, George Grosz, Paul Éluard o Max Ernst entre muchos otros, también aportan una gran consistencia a la exposición con sus obras.
Asimismo, la exhibición se divide en cinco secciones: ‘Deseo: la musa y la violencia’, ‘Yuxtaposiciones maravillosas’, ‘El automatismo y su evolución’, ‘Biomorfismo y metamorfosis’ e ‘Ilusión y paisaje onírico’. De esta forma, es muy difícil que un autor del Dadaísmo o Surrealismo no se vea reflejado en algunas de las secciones y, además, el reocrrido es de lo más completo posible.
El Secador de Botellas de Marcel Duchamp, uno de los 'ready-mades'
expuestos en la muestra / Foto: Guillermo Martínez
En definitiva, la exposición congrega las obras de aquellas personas que un día quisieron subvertir el arte con el propio arte, y que precisamente por ello, actualmente están de vigente actualidad. Desde aquellos manifiestos que estos artistas publicaron en antiguos periódicos hasta este tiempo en los que la incertidumbre, el temor y la censura nos asaltan día tras día y que hacen imprescindible no solo el acercamiento de sus obras, sino también el de su revolución.
Más información: revolucionariosmadrid.com
Abierta al público del 10 de abril al 15 de julio de 2018 Palacio de Gaviria (c/ Arenal, 9 - Madrid)
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