Han pasado unas semanas de la Navidad, pero seguro que algunos de nuestros lectores aún se encuentran luchando contra esos kilos que hemos cogido de más. Ante todo, tranquilidad, El Joven Tintero trae recomendaciones y trucos para ganarle la batalla a la báscula y al turrón.
Hemos comido y bebido todo, por lo que debemos empezar a cuidarnos en casa con lo que comemos a partir de ahora y cómo cocinamos. Lo primero que hay que hacer es tratar de rebajar la inflamación que ha aparecido por todo esos excesos. Ese hinchazón es una de las consecuencias clásicas en esta temporada navideña, pero con una dieta equilibrada y rica en alimentos desintoxicantes es posible recuperar el equilibrio.
¡Apunta!
1. Seguir una dieta variada y completa es la mejor decisión de tu comienzo de año. Asegura todos los nutrientes que tu cuerpo necesita para funcionar como es debido.
No hay que saltarse comidas, no es bueno. Es un sacrificio inútil y peligroso que no te ayuda a purificarte ni a adelgazar. Hay que hacer 5 comidas al día para distribuir las calorías y los nutrientes que el cuerpo va demandando en los diferentes momentos de la jornada.
No hay que olvidarse del desayuno y hay que ser estratega en los tentempiés: una fruta o un yogur, a mitad de mañana y en la merienda, te ayudarán a mantener el hambre bajo control para evitar llegar ansioso a las comidas principales. Si quieres conseguir una alimentación 100% ecológica y vegetal, Vrai te ayuda con sus gama de productos, y si tienes dudas, puedes consultar a ProVeg, la organización internacional para la conciencia alimentaria.
2. Cinco piezas de frutas y verduras. Las frutas y verduras, por sus vitaminas y sales minerales, son aliadas perfectas para desintoxicarse y adelgazar. Asegúrate de comer al menos cinco piezas al día.
Lo ideal sería elegir frutas y verduras con un mayor poder depurativo: las alcachofas, ricas en fibra; la manzana, que ayuda a regular el tránsito intestinal; o el limón, con su vitamina C.
3. Elige las grasas adecuadas. Las grasas son un componente fundamental de una dieta equilibrada, por lo tanto no las elimines.
Es mucho mejor que tomemos más grasas vegetales que animales, que son más ricas en ácidos grasos saturados y en colesterol. Usad aceite de oliva virgen extra, es genial para las enfermedades cardiovasculares y un buen antioxidante.
4. Cuidado con la sal. Demasiada sal te expone a un mayor riesgo de enfermedades del corazón y hace que se retengan muchos líquidos. ¿Un truco? Las especias y hierbas aromáticas dan mucho sabor a los platos, y son más sanas. También es muy bueno cocinar al vapor, que mejora el sabor.
También hay que tener en cuenta que la sal no es solo la que agregas a los platos. Muchos alimentos contienen sal ya de por sí. Es importante leer las etiquetas de lo que compramos para saber qué estamos consumiendo.
5. Mucha agua. Favorece la digestión y, además, provoca sensación de saciedad por lo que ayuda a controlar el ansia a la comida.
Hay que beber, no es nada nuevo, 2 litros de agua al día. También sería bueno reducir el consumo de alcohol, ya que deshidrata muchísimo.
6. Ejercicio. Ayuda a mantener un peso adecuado y evita el estrés.
7. Infusiones détox. Ayudan a recuperar el equilibrio y a deshacerse de las toxinas. Además, te ayudan a mantenerte hidratado. Es recomendable tomar antes de ir a dormir una infusión de tila, melisa o manzanilla, que garantiza el descanso, como el plan funcional que propone la marca alicantina Ship.
8. Protege tu flora bacteriana. Hay que proteger el ecosistema intestinal entero. ¿Sabías que tenemos hasta 1.000 especies de bacterias en el intestino que ayudan a equilibrar el organismo?
Algunos factores de la vida, como el estrés, la menopausia o la edad disminuyen el número de estas bacterias, lo cual no es muy positivo. Cuando esto pasa nos inflamamos, nos sentimos pesados, hacemos malas digestiones y tenemos mayor riesgo de coger infecciones.
Si el estómago está mal, todo el cuerpo es más débil.
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