Patrimonio, naturaleza, cultura y gastronomía son los pilares sobre los que se asienta la vecina Alentejo, la más bella y gran desconocida de Portugal.
Con la primavera a la vuelta de la esquina y con ella una oportunidad fantástica para conocer la región del Alentejo. Situado al sur de Portugal, entre el Algarve y el río Tajo, ocupa un tercio del territorio del país y aún así se presenta como la gran desconocida, motivo por el que resulta aún más atractivo. Un sinfín de alternativas al alcance de los visitantes para conocer de primera mano por qué al Alentejo se le considera la región más auténtica de Portugal.
Una buena primera toma de contacto empieza por conocer Elvas. A tan sólo media hora en coche de Badajoz, se la conoce por la riqueza de su patrimonio histórico. Su conjunto de fortificaciones-baluartes, el más amplio de todo el mundo, está catalogado desde 2012 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Tampoco puede dejarse de visitar el acueducto medieval de Amoreira, de 40 metros de altura y el casco antiguo de la ciudad. Sin duda, la siguiente parada es en la capital de Alentejo, Évora, cuyo centro histórico es Patrimonio de la Humanidad desde 1986. Destaca su belleza panorámica custodiada por una muralla conservada a la perfección y por su centro urbano de calles empedradas que transportarán al viajero a la época medieval. Como puntos de interés, imprescindibles la visita al famoso Templo Romano y la Capilla de los huesos. Limítrofe con el distrito de Évora nos encontramos al sur con Beja, en el Baixo Alentejo, visita obligatoria sobre todo en primavera ya que celebran el festival Terras Sem Sombra, el único festival de música sacra del mundo y que recorre hasta junio diferentes lugares del Baixo Alentejo para dar a conocer el patrimonio y riqueza cultural de la región.
Para los amantes de la aventura y la naturaleza, el Alentejo es un enclave único donde el senderismo y la belleza del entorno se combinan para dar lugar a una experiencia fantástica. Para comprobarlo, la Ruta Vicentina está esperando a todos los aventureros. Un recorrido de 340 kilómetros compuesto por las rutas del Camino Histórico y el Sendero de los Pescadores que permite explorar la diversidad paisajística de la región y descubrir tanto la cultura rural del interior como su zona costera, considerada una de las más hermosas y mejor conservadas de Europa. Para acompañar esta ruta por el Alentejo no puede faltar su tradicional gastronomía. Su extensa superficie de viñedos lo convierte en el principal productor vinícola de Portugal y en su gran representante en el resto del mundo, cuya calidad de sus caldos es ampliamente reconocida a nivel internacional. Cuenta con hasta ocho denominaciones de origen que se pueden descubrir a través de tres rutas: la ruta de S. Mamede, al norte, con vinos intensos y aromáticos; la ruta histórica, que recorre todos los viñedos del centro del Alentejo, como Borba o Reguengos de Monsaraz; y la ruta del Guadiana, que sigue el río que le da nombre. Para hacer catas y visitas a bodegas conviene reservar en la Asociación Ruta de los Vinos de Alentejo.
Alentejo es una región de tradiciones. Aprovecha también esta Semana Santa para visitar Castelo de Vide cuando las calles se abarrotan con lugareños bendiciendo a los corderos y el sonido de los cascabeles resuena en toda la zona. Muchos de los hoteles ofrecen picnis especiales, como A Herdade do Barrocal que incluso organiza la tradicional búsqueda de los huevos de Pascua. Otros como M’ar de Ar invitan al viajero a desconectar en Évora estos días realizando catas de vinos y visitando los museos de la zona.
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