¿No os pasa que un día te levantas, es todo perfecto, el tiempo, la ropa, lo que comes, te encuentras en un equilibrio casi celestial, pero aparece alguien y saca el demonio que todos llevamos dentro? Pues, esta es La Historia del Zoo, una obra que fuimos a ver hace un par de semanas y que salimos del montaje con un sabor agridulce. No sabíamos si nos había gustado o no, lo que teníamos claro es que la interpretación de los dos actores Javier Ruiz de Alegría y Carlos Martínez Abarca es sublime.
Con tan solo un banco en medio de un parque de Central Park, nos trasladan de la más absoluta paz y relajación hasta el más profundo desasosiego.
A partir de la conversación que inician en el parque los personajes Peter y Jerry, el espectador se va dando cuenta, que la normalidad no existe y que en cualquier momento todo puede cambiar.
Una obra como un filete bien hecho, a trozos difícil de creer y a trozos suaves y fáciles de tragar.
¿Quién tiene la fuerza de sacarnos de nuestras casillas? ¿Por qué si tienes un buen día dejas que cualquiera venga y lo joda?
No fue hasta días después, cuando llegue a la conclusión que la obra y el texto que representaba, estaba mucho más cerca de mí vida y seguramente de la vida de muchos.
Aún podéis ver el montaje de José Carlos Plaza, de un texto del aclamado Edward Albee en el Teatro Lara.
Alicia - Birras y Pintamorros
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