En su trabajo más personal hasta el momento, Arantxa Morcillo nos trae una colección inspirada en el descubrimiento de una serie de fotografías antiguas. Estas cuentan la historia de una vida, la historia de su legado familiar y la historia de sus abuelos.
Desde las imágenes en blanco y negro, la esencia del estilo y la personalidad de sus mayores florece en inspiradoras líneas hermosas que recuerdan las siluetas femeninas de los años 50, unidas con la dureza del traje clásico del hombre, como en el matrimonio más puro.
El volumen desempeña el papel principal en esta historia, reinventando los clásicos, con cálidas lanas y delicadas sedas .
Nostalgia, recuerdos de la infancia, un sin fin de atardeceres recogiendo amapolas silvestres en campos escarlata inspiran maravillosos bordados hechos a mano que cubren blusas y abrigos.
Una paleta de color inocente, con beige mantequilla, blancos lechosos y grises ahumados enfatizada con rojo y negro regaliz completan el escenario, cerrando un círculo de recuerdos y serenidad.
