La edición más internacional de Iboga Summer Festival ha tenido lugar, del pasado 26 al 30 de junio, junto a la playa de Tavernes de Valldigna con un notable incremento de público con respecto a la edición anterior y mejoras en servicios e infraestructuras: césped natural, nueva zona de talleres culturales, baños deluxe, más zonas de sombra y de acampada, nebulizadores y dispositivos con agua, etc. Iboga Summer Festival cerraba sus puertas en la madrugada del domingo tras cinco días de buena música, talleres y actividades culturales en un entorno natural. El festival se ha vivido de día y de noche ininterrumpidamente, con conciertos, playa, actividades, talleres, charlas, jam sessions… y la gran convivencia de todos los asistentes. Más de 40.000 personas llegadas de todo el mundo han disfrutado de un festival con más de la mitad del cartel formado por artistas internacionales. La gran diversidad de estilos que ha reunido el festival, desde balkan, reggae, swing, ska o drum’n’bass hasta fusiones con sonidos del mundo, lo ha convertido en el lugar donde la música enloquece. La banda jamaicana Inner Circle hizo vibrar a todos los presentes con sus legendarios himnos. Son historia viva de la música reggae y su directo así lo reflejó. Los franceses Hilight Tribe no dieron tregua. Al frenético ritmo marcado por sus complejas percusiones y sus particulares sonidos tribales y exóticos, los maestros de la psicodelia encandilaron.
Emir Kusturica fue altamente controvertido y polémico, subió al escenario a diez chicas para que siguieran sus movimientos, algo que no gustó a nadie. Lo mejor de su show fue la banda que le acompañaba: The No Smoking Orchestra. La mítica banda Amsterdam Flezmer Band hizo gala a su larga trayectoria y las tablas que atesoran, con un directo muy completo y de una gran calidad musical. Alice Francis es la elegancia sobre el escenario. Su espectacular voz y sensualidad cautivó a todos los asistentes y nos trasladó a los años ‘20. Lo de Dubioza Kolektiv, un show divertido, excéntrico y salvaje, con un público entregado al máximo.
The Toasters realizaron un concierto con mucho ritmo y en el que los padres de la Segunda Ola del Ska (o más popularmente 2 Tone) no perdieron un ápice de la clase que atesoran y la mágica conexión con el público. Russkaja causó una gran sensación. Demostró en todo momento el porqué del llamamiento que lanzaron al público en una de sus canciones: La música es nuestra religión, pura energía liderada por un carismático Georgij Makazaria. Che Sudaka ofreció en Iboga Summer Festival el concierto 1.400 de sus 15 años de trayectoria, con mucha diversión llevando la fiesta a la localidad valenciaan.
Esto es sólo una pequeña pincelada de todo lo acontecido en la evasión musical de cinco días en los dos escenarios del recinto: el Escenario Principal y la Gran Carpa de Circo, por los que pasaron infinidad de bandas con un nivel muy alto.
Aunque la música es el motor del festival también hay un lugar importante para el arte y la cultura, y para ello se dispuso la Carpa Cultural con una extensa programación. En ella aprendimos con el gran chef Migue Sonka cómo preparar un delicioso hummus y alioli veganos, también realizamos yoga, presenciamos una charla de sexualidad, conocimos los entresijos del circo contemporáneo y fabricamos anillos a partir de una plancha de cobre o latón, todo ello con una gran asistencia por parte del público en los cuatro días en los que se sucedieron las actividades en esta carpa. Iboga Summer Festival ha generado una gran repercusión económica en la zona de Tavernes de Valldigna, un aspecto relevante para comerciantes y hoteleros. A su vez, desde la Organización se apoyó a C.E.A.R. e invitó a refugiados de muchos países en conflicto para que disfrutaran del festival y, según la propia Comisión de Ayuda al Refugiado ‘vivieron una experiencia preciosa".