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Foto del escritorRedacción

Alfonso Arranz: "La cultura española debería ser una especie de guateque"



Marta de Juan -

Lo primero que llama la atención cuando se comparte un ratito con Alfonso Arranz (1986) son sus ganas de comerse el mundo desde muy temprana edad. Él mismo se define como una persona muy positiva: "la vida es maravillosa, todo llega". Pretende demostrar vehemente que el camino está para disfrutarlo y nunca plantea sus objetivos con un destino final, sino como una deliciosa improvisación de cruces e intersecciones en la vida.

Su perfil más destacable es el de actor cómico, aunque con su último trabajo, Todo Mujer, ha conseguido romper esa imagen que la mayoría tenían de él. Arranz declara que "a los actores nos gusta meternos en otra piel y no encasillarnos". Un hombre polifacético, con ganas de aprovechar hasta el último minuto del día a día en lo que para él ha sido y es lo que realmente le llama: el mundo de la interpretación. Una persona paciente y tranquila, que quizás deba esta gran virtud a las actuaciones de zarzuela que han marcado su infancia. Compagina su vida de actor con la de presentador de 8Magazine en el canal de televisión CyL TV Valladolid, un magazine de actualidad, ocio y cultura, pero sin embargo, la televisión no le ha dejado exento a la hora de trabajar en series como Aida o Centro Médico en TVE.

Hablando de tus proyectos, ¿dónde andas ahora?

Ahora mismo estoy entre Valladolid y Madrid. En Valladolid estoy presentando un magazine en Castilla y León Televisión y también estoy dirigiendo un grupo de teatro. En Madrid estoy a salto de casting y con el estreno de la película Todo mujer con Isabel Ordaz que tendrá lugar el día 21 de marzo. A parte hago algún evento.

Ingeniería agrónoma… Esa carrera que a todos nos produce tanto miedo cuando escuchamos su nombre. Le dedicaste cierto tiempo de tu vida para ahora no dedicarte a ello. ¿Por qué?

Digamos que la cabra tira al monte. (Risas). Desde niño me apasionaba el cine. Mi hermano siempre me ponía las películas de Terry Crews en la tele cuando era pequeño. Yo prefería ver cine e interpretarlo antes que pasar tiempo jugando a la consola como hacían los niños de mi edad. Pero también tenía que estudiar algo y por eso me decidí por ingeniería agrónoma. Pero ya desde el primer año me di cuenta que la interpretación era lo mío. Fue entonces cuando decidí montar mi propio grupo de teatro. Así que la ingeniería ahí está, latente.

¿Qué es para ti lo más difícil de tu trayectoria?

(Se muestra dubitativo) Para mí lo más difícil es siempre madrugar. (Risas). Yo creo que fue el momento en el que me planté en Madrid en búsqueda de proyectos, agencias, cursos de representantes (cuando yo no tenía), cuando estoy en la tesitura de decidir hacia donde moverme…, es decir, la incertidumbre que podía suscitar el hecho de estar en medio de todo esto.

Tu último cortometraje Última sesión tuvo lugar en 2014, ¿sigues sintiendo interés por este género?

Sí, yo siempre he definido los cortometrajes como un cuadro pictórico. Cuando quiero expresar algo me guata mucho poder trasmitir una obra filmada en ese momento.


Estás acostumbrado a trabajar como personaje cómico y sin embargo en tu último trabajo has representado todo lo contrario, ¿volverías a repetir un personaje como el de Todo mujer?

Totalmente. Creo que es una oportunidad única. La dulce ironía que se puede mostrar en trabajos cómicos, serios… el poder de transmitir nada más que con la mirada. Es un personaje muy duro pero también muy tierno. La historia tiene un halo agridulce. El hecho de estar acostumbrado a trabajar con comedia me exige meterme en otra historia, pero esto es algo beneficioso porque me plantea un reto. A los actores nos gusta meternos en otra piel y no encasillarnos.

¿Cómo es trabajar con Isabel Ordaz?

Es un cuento de hadas… Es una delicia. Isabel es “todo mujer”, espontaneidad, naturalidad, saber hacer en todo momento, íntegra en su amplio sentido de la palabra. Desde el primer minuto congeniamos porque tenemos un sentido del humor muy similar. Se agradece ser compañeros de trabajo pero lo importante es que puedo llamarla amiga y ella también a mí. Nuestro concepto de amistad puede definirse como un feedback. Es una persona muy cercana, se empapa en el momento, te echa un cable cuando lo necesitas… Entre el director Rafael Gordon y ella podría decir que se construye la propuesta de mi personaje


La mujer es un ser superior. Una vez desapareció el momento glorioso del hombre debido a su fuerza, nos hemos empezado a dar cuenta de las posibilidades de la mujer en una sociedad tecnológicamente civilizada”. Estas son las palabras que dijo el director Rafael Gordon respecto a la película Todo mujer. ¿Cómo ves la evolución de la mujer ahora y dentro de unos años en el mundo del cine?

Yo creo que el gran público, los grandes directores se están dando cuenta de ello. Y considero que más allá de que sean actores y actrices, depende también de la personalidad y de la formación que tengan cada uno de ellos. La gran valía de la mujer siempre ha estado ahí, no es algo que haya surgido ahora mismo y por eso creo que el salto que vamos a presenciar va a ser el de ver directores y directoras de cine.

Está muy de moda dirigir a la vez que actuar. Actores como Paco León o Daniel Guzmán han jugado con esos dos papeles. ¿Te planteas dirigir una película en un futuro?

Sí, me gustaría. Yo les admiro mucho. Actuar no es solo estar pendiente del rodaje, la fotografía, el sonido… sino que tienes que darlo todo y saber comprender dónde está el personaje mientras tienes que pensar en dirigir. Creo que es algo muy cansado pero muy gratificante.

En el mundo de la interpretación hay muchos intereses, entre ellos está el dinero. ¿En qué te sueles basar para aceptar nuevos proyectos?

Primero en que sea compatible con mi vida, con el concepto que yo tengo de felicidad y en segundo lugar que tenga también un mensaje de cara a poder transmitir algo importante, a poder elaborar una imagen que tenga un símil en la sociedad, al igual que mi personaje de vagabundo de síndrome de Asperger en Todo mujer. También me fijaría en los retos y como estamos en continua improvisación, cualquier personaje que sea diferente, siniestro, que pueda crear empatía o ilusión en el espectador creo que es importante acercarlo a nuestra sociedad a través de una interpretación.


Presupuestariamente, la financiación pública a la cultura ha descendido un 33% desde 2009 hasta este pasado 2016. Teniendo en cuenta este dato, ¿crees que nuestra sociedad se va a ver muy afectada en los próximos años?

Yo creo que sí en el sentido de que estamos tendiendo más a la cultura de la poca reflexión, a la cultura de lo inmediato, es decir, estamos mal acostumbrándonos.

La cultura es necesaria desde la educación, desde los primeros pasos de los niños, desde las salas de cine, desde los libros, la interpretación, el arte… Y cuando quitas aunque sea un porcentaje de ayuda a algo tan importante como es el cine estás quitando indirectamente un porcentaje de educación a la sociedad. Esto genera una sensación de que lo inmediato es lo necesario.

Si actualmente tuvieras que cambiar algo en el ámbito de la cultura española, ¿qué sería?

Tener más eventos reales culturales, crear más sesiones nocturnas de poesía, de cortometrajes, de actuaciones musicales y volver al origen de la relación del ser humano, empaparnos de nuestros propios conocimientos… hacer una especie de guateque cultural. Y por supuesto, fomentar más las ayudas en el tema de subvenciones a obras de la cinematografía.

Desde muy temprana edad te has movido en el mundo de la interpretación conociendo sus más y sus menos. ¿Cuál crees que sería la mejor manera de innovar en el cine español?

Empezar a salir de lo convencional, tener un aliciente como puede ser transcribir una historia. Creo que el público español responde muy bien a las propuestas novedosas. Por ejemplo, Santiago Segura crea con Torrente una nueva versión del humor en el cine. Improvisar en cuanto a nuevas ideas puede ayudar a crear algo bonito.

Siempre con ganas de más, mostrando su optimismo y con intención de mejorar aspectos del mundo en que vivimos. Alfonso suele tener la agenda muy apretada pero como él comenta: "siempre hay tiempo para todo". Las oportunidades llegan a los que siempre dicen sí y esto es motivo para mostrarme agradecida de poder contar con este reconocido joven actor.


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