Berta Jiménez -
La Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid acogió la pasada semana la primera edición del Festival de Cine y Derechos Humanos de Madrid. El certamen, celebrado los días 15 y 16 de diciembre, presentó un total de 23 películas. Largometrajes y cortometrajes de temáticas muy diversas defendieron los derechos humanos y la convivencia en paz.
Este encuentro se organizó con el objetivo de difundir problemas sociales, a menudo ocultos por los medios, y concienciar de su importancia a la población, valiéndose de géneros como el documental, la ficción y la animación. Su director, Toni Navarro, dirige desde 2011 este mismo festival en Barcelona y cree que un proyecto de estas características “tiene que ayudar a cerrar heridas”. Además, Navarro es el fundador de la Federación Iberoamericana de Festivales por los Derechos Humanos.
La inauguración de este certamen, que tuvo lugar el jueves, comenzó con un taller sobre la discapacidad, seguido de la proyección de algunas cintas, entre ellas Like if, Missing y La voz de César, que abordan asuntos como las barreras y las dificultades que encuentran estos colectivos en su día a día. En el taller participaron Francisco Forte, presidente de la Asociación La Barandilla de la Dependencia; María Cruz Íñigo, terapeuta Ocupacional del Hospital de Día Lajman; Andrés Elorriaga, gerente de la Asociación Tú decides, formada por personas con enfermedades mentales; y Susana Collado, profesora de Fisioterapia y Medicina física en la Universidad Rey Juan Carlos.
Refiriéndose a este tipo de cine, Elorriaga afirmó que emociona, pero también es muy duro de ver. Por su parte, Collado, que ha organizado ya cinco Jornadas de Cine y Discapacidad en la URJC, declaró que “todos los medios de comunicación pueden ayudar a transformar la sociedad”, y añadió que el cine tiene mucha influencia en ella.
Fuente: Berta Jiménez
Tras este coloquio centrado en la discapacidad, fue el turno de la proyección de una serie de cortometrajes diversos, previamente presentados por los propios directores. Las piezas, de temáticas muy diferentes entre sí, aludían cada una a un aspecto de los Derechos Humanos.
Por ejemplo, en el caso de La noche de todos los santos, un corto dirigido por Gustavo Vallecas, se reivindica el derecho a la memoria de las víctimas republicanas reprimidas en la Guerra Civil. Esta cinta cuenta con la participación de conocidos actores, manteniendo el misterio hasta el final y denunciando firmemente la situación. Vallecas afirmó que su propósito no era hacer un corto revanchista, sino esclarecer los hechos. “Hay que poner la historia sobre el tapete y cerrarla de una vez”, concluyó.
Tráiler de La noche de todos los santos
Otro de los cortometrajes, Post-modern Pioneer Plaque, muestra el derecho a la igualdad mediante una referencia a la placa Pioneer, que se envió al espacio en 1973 con un mensaje de la humanidad a las posibles civilizaciones extraterrestres, así como el trabajo del director Daniel Chamorro, titulado Horror Vacui, que apela al derecho a una vivienda digna a través de una historia de consumismo compulsivo.
Fernando González presentó también sus cortos en el festival, titulados Una delicia para los sentidos y Denominación de origen, este último grabado en un solo plano secuencia. “Fue un reto técnico, tuvimos que hacer 21 tomas”, comentó el director de la pieza. Por otro lado, César Vea explicó que la historia que relata en su documental El camino del sol es delicada y que, al ser él mismo una de las víctimas, se ha visto “obligado a hacer el corto”.
El trabajo de Vea trata de la deuda que pesa sobre 62.000 familias que apostaron por la energía fotovoltaica hace unos años y ahora están arruinados. El director explicó en el festival que la deuda total es de 25 millones de euros y denunció que entonces les timaron, ya que el gobierno fue quien les animó a invertir y después les retiró los permisos: “Nos tomaron el pelo. Lo hemos perdido todo”, aseveró.
Escena de Horror Vacui. Fuente: Line Up Shorts
En la sesión del viernes, que duró desde las 9:00h hasta las 19:00h, se proyectaron seis largometrajes y cuatro cortos, entre los que destacaron Sands of Silence, de Chelo Álvarez-Stehle; Nasarah, del periodista Fernando de Haro o Yerro: Capitán de su Destino, de Miguel Ángel Vázquez.
La película Un sitio donde quedarse, de Marta Arribas y Ana Pérez, fue la encargada de clausurar el festival. Con ocho candidaturas a los Premios Goya de 2015, esta historia relata el drama de los jóvenes extutelados, que se encuentran sin nada ni nadie cuando salen de los centros de acogida al cumplir los 18 años.
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