Nerea Parada -
De norte a sur, nuestro país vecino, Portugal, nos maravilla con paisajes espectaculares y una mezcla de tradición antigua y modernismo que se conjuga a la perfección en las diferentes ciudades del país luso. Aliado y enemigo a la vez, este país recibe en verano un gran número de turistas, tanto españoles como de otras nacionalidades. Para que disfrutes de unas vacaciones económicas y a la vez maravillosas El Joven Tintero vuelve a hacer (De norte a sur: la costa de Portugal) un pequeño recorrido por las ciudades con más encanto de la costa portuguesa.
SETÚBAL
En la desembocadura del río Sado se encuentra Setúbal, una ciudad con una belleza natural exuberante y una de las bahías más bonitas de la Península Ibérica. La ciudad no es demasiado grande, se puede ver en una mañana, pero si realmente se quiere disfrutar de cada uno de sus rincones y de su estilo de vida es recomendable dedicarle un día entero. Hay algunas paradas que son imprescindibles en la ciudad de Setúbal, una de ellas es la Plaza Bocage, que sirve como nexo de unión con el pueblo, alberga un convento, un mercado y una gran cantidad de bares con terrazas desde las que disfrutar de espectáculos callejeros.
La Avenida Luisa Todi se encuentra a orillas del mar y se ha convertido en la arteria principal de la ciudad, un lugar ideal para pasear y dejarse atrapar por su amplitud, sus bonitos jardines y los numerosos mercadillos de antigüedades y trastos que se instalan en la calle durante el fin de semana. Para disfrutar de una bonita panorámica de la ciudad es necesario subir a la azotea del Hotel Sado, desde donde se ve la bahía y la península de Troia. Además, de gran interés para los turistas son su casco antiguo, repleto de tiendas, y el puerto, un lugar de tradición, con barcos pesqueros de colores que dan vida a la ciudad y una gran cantidad de figuras de delfines, animal con el que los setubalenses sienten una gran conexión.
Parque Natural de la Arrábida
Cuando hablamos de las playas de Setúbal nos centramos en dos focos de interés, dos zonas naturales de gran belleza: por un lado, la Reserva Natural do Estuario do Sado, en la península de Troia y por otro el Parque Natural de la Arrábida. En ambos lugares hay una gran cantidad de playas muy diferentes entre sí: Playa de Albarquel, Playa da Figueirinha o Galapos y Galapinhos entre otras. Playas salvajes de fina arena que conquistan a sus visitantes, especialmente a los más aventureros.
ALGARVE
Si por algo destaca el Algarve es por su clima suave y por el sol que los acompaña durante, prácticamente, todo el año. Sus playas son de excelente calidad, grandes arenales con aguas tranquilas y azules que invitan a practicar todo tipo de deportes acuáticos. Pero no solo es zona de playa, sino también de montaña. Su sierra, naturaleza pura, cuidada y guardiana de sus tradiciones es un lugar ideal para descansar de la rutina de una gran ciudad. Además, sus pequeñas ciudades se caracterizan por su encanto, su tradición pesquera y su patrimonio histórico de gran valor.
La capital del Algarve es Faro, una ciudad de carácter Universitario, que al contrario de lo que pasa en ciudades de los alrededores tiene más vida durante el curso escolar que en verano. Cuatro cosas destacan en Faro: la marina, la ciudad antigua, la zona comercial que rodea su extremo norte y el Parque Natural de la Ría de Formosa.
Por último, la principal ciudad turística del Algarve es Albufeira, lo que en un principio era una ciudad pesquera de bonitas casas blancas se ha convertido en un destino que recibe turistas de forma masiva. Lugar ideal para aquellos que no buscan demasiadas complicaciones y que quieren quedarse por la zona para disfrutar de la playa, del sol y del ocio diurno y nocturno de la ciudad.