Nerea Parada -
Ses Illetes
Al norte de Formentera, en el parque natural de Ses Salines, nos encontramos con la playa de Ses Illetes. Cuatrocientos cincuenta metros de arena blanca, fina, que consigue que sus aguas luzcan un color puro y cristalino. No en vano es considerada la mejor playa de Europa por los usuarios de TripAdvisor. El acceso al parque es de pago, pero tras unos minutos circulando por los caminos de arena y tierra, te das cuenta de que todo dinero invertido merece la pena. La llegada a la playa, desde el parking, se realiza atravesando una preciosa duna que, en un primer momento, impide la vista de la playa. En temporada alta, está a rebosar, pero, siendo tan larga, siempre encuentras un sitio donde poner la toalla. En frente se alza un pequeño islote accesible a nado. Para los menos valientes hay una buena noticia: las aguas son tan claras que en todo momento puedes ver lo que se mueve por el fondo marino.
Sa Calobra
Una de las playas más espectaculares de Mallorca. Sa Calobra yace entre dos enormes rocas al noroeste de la isla. La llegada puede provocar algo de vértigo. Hay que circular unos quince minutos por una carretera que serpentea montaña abajo. La “mala” noticia es que la playa es de cantos rodados, pero, si echas la mirada atrás, el cañón en el que se sitúa te hace olvidarte del dolor de pies. Además a la izquierda de la orilla hay unas escaleras que suben a una plataforma situada a unos cuatro metros desde la que puedes saltar. Una delicia para los más pequeños.
Es Trenc
Al sur de Mallorca tenemos una de las playas con mejor reputación de toda España, es Trenc. Con una zona nudista, podrás tomar el sol como Dios te trajo al mundo. La playa es larguísima: dos kilómetros en los que podrás bañarte en sus aguas cristalinas. A unos metros mar adentro corre el viento, perfecto para hacer deportes tipo windsurf o vela. Además, puedes alquilar catamaranes (con monitor, eso sí) y disfrutar de un genial paseo con buceo incluido. Paseando por esta playa puedes encontrar varios búnkers de la Guerra Civil (jamás fueron utilizados) en los que puedes entrar y resguardarte del sol. Hay pocos chiringuitos y teniendo en cuenta la longitud de la playa, quizás quieras llevarte un bocadillo o algo de fruta. Por cierto, no os olvidéis de la crema solar: la arena es tan blanca que quema a los pocos minutos.