Nerea Parada -
En la comarca de la Marina Alta, en la costa norte de Alicante, se encuentra el municipio de Xàbia (Jávea). Un destino vacacional idóneo para todos aquellos que quieran disfrutar de unos tranquilos días de playa. Su foco principal es la Playa del Arenal, que recibe este nombre por ser la única de la zona formada de este material. Las calas, en su gran mayoría, son de grava, tosca o canto rodado. Esta doble opción ofrece al bañista la posibilidad de descansar y jugar en la orilla del Arenal, y de practicar submarinismo explorando los fondos y paisajes acuáticos de las calas.
PLAYA DEL ARENAL
Ubicada en el centro de la Bahía de Xàbia se encuentra la Playa urbana del Arenal. Se caracteriza por ser la única de arena de la comarca y por acoger un canal de acceso al mar para pequeñas embarcaciones. Es una playa ideal para los más pequeños, ya que pueden practicar todo tipo de juegos en la arena y si quieren darse un chapuzón, las aguas tienen poca profundidad para tranquilidad de los adultos.
A lo largo de su paseo marítimo los puestos de ropa y accesorios de piel (mochilas, bandoleras, riñoneras, carteras…) son abundantes. Además, son numerosos los restaurantes en los que disfrutar de una buena comida o cena. Especialmente conocido es “La Siesta”, un establecimiento con una gran variedad de platos, que se caracteriza por su exquisita decoración de aspecto mediterráneo.
El atardecer desde la playa se convierte en un espectáculo de luces rojas y amarillas que se entrelazan detrás del Macizo de Montgó, un parque natural de 753 metros de altitud. Por otra parte, la salida de la luna se ve con especial claridad desde el paseo marítimo, desde el que se observa un astro de color naranja alzarse sobre el horizonte e iluminar las aguas del mar mediterráneo.
CALA BLANCA
La cala Blanca está compuesta por dos pequeñas calitas contiguas de grava. Su nombre viene dado por el color blanquecino de las rocas de los acantilados que las recogen. Se puede acceder en coche, pero el último tramo hay que hacerlo a pie atravesando unas cuevas de roca erosionadas a lo largo de los años por la acción del mar y del viento. Una barrera natural separa el mar y la cala, por lo que sus aguas suelen ser tranquilas y cristalinas, ideales para la práctica del submarinismo.
CALA BARRACA O PORTITXOL
Otra cala altamente recomendable para la práctica de submarinismo es la de la Barraca o Portitxol. Se puede acceder en coche a través de la carretera del Cabo de la Nao y a pie desde el Mirador de la Cruz del Portitxol. Su principal atractivo reside en las pequeñas casas de estilo mediterráneo en blanco y azul que se encuentran en la misma playa, y la isla del Portitxol, situada a 300 metros de la orilla y de gran interés arqueológico y botánico.
CALA AMBOLO
Cerca del Cabo de la Nao se encuentra la cala de Ambolo, una cala virgen y de carácter nudista, con una longitud de 300 metros y un nivel de ocupación bastante bajo. Su nombre viene dado por la torre de vigilancia marítima del siglo XVI, que protegía la zona de los ataques piratas.
CALA GRANADELLA
La cala Granadella es de ocupación alta y pocos metros de longitud, tan solo 160. Sus piedras de forma redondeada permiten tumbarse al sol con bastante facilidad, ya que no se clavan en el cuerpo.
El agua es completamente cristalina y muy limpia. Para adentrarse en el mar hay que hacerlo con cuidado ya que es frecuente que el suelo esté resbaladizo. Además, es recomendable utilizar unas cangrejeras o unas zapatillas sumergibles para que las piedras no hagan daño en los pies al caminar.
Alojamiento
En cuanto al alojamiento El Joven Tintero recomienda “Casa de la tía Amparo”, una casa del siglo XIX restaurada, situada en Gata de Gorgos, un pueblo a 10 minutos en coche de Jávea. La casa de la tía Amparo es una opción muy económica. Cuenta con cinco habitaciones dobles y una individual. Sus zonas comunes son compartidas entre los huéspedes y los dueños de la casa, Marisa y David.
Destacan principalmente, su piscina, una zona chill out en el jardín y los desayunos, preparados con mucho mimo por Marisa, que los elabora con productos naturales y caseros. Incluye: zumo de naranja, bizcocho, tostadas de pan con mermeladas caseras y tomate, café y té entre otras cosas. El plus reside en disfrutarlo bajo la sombra de un gran limonero situado en el centro del patio trasero.