Lisboa es una ciudad que o te encanta o la odias, como bien dicen los portugueses que viven aquí ya que sus calles, su gente, el tamaño de la capital lusa y la presencia del río Tajo, forman un ambiente que a muchos les apasiona, pero que a otros tantos les echa para atrás.
Lo más llamativo nada más llegar a la ciudad son las casas antiguas y las calles de piedra que dan la sensación de retroceder unas décadas en el tiempo, sobre todo a las personas que vienen de las grandes capitales como Madrid.
Una de las cosas que más odian los que llegan a esta zona de Portugal, son las interminables cuestas que hay cada dos o tres "ruas" (calles). Puedes bajar de peso rápidamente con estar un par de horas dando vueltas a la manzana.
Otra de las impresiones que genera es que es más un pueblo grande que una ciudad, ya que los que residen aquí tienen esa mentalidad. Eso se puede apreciar por los comercios, las costumbres de los barrios y que todo está cerca de todo.
A pesar de esto, tiene características de ciudad como el transporte público, que no es el mejor del mundo pero funciona bien, las grandes marcas de ropa, los coches lujosos, las sedes de los principales bancos de Portugal, la Bolsa y sus conocidos lugares turísticos, entre otras cosas.
Entrando en éste último aspecto, podemos encontrar dentro de la ciudad numerosos sitios para conocer de forma más estrecha la cultura de la capital. Hay tres plazas importantes que son la de Marqués de Pombal, Restauradores y Plaza de España en la que hay comercios, tiendas turísticas así como monumentos para fotografiar y llevarnos de recuerdo.
También encontramos el Elevador de Santa Justa para tener unas vistas privilegiadas y poder tener una nueva foto de perfil en Facebook, red social más utilizada en Portugal, con el fondo de Lisboa.
Otra de las zonas interesantes para visitar es el Parque de las Naciones con todas las banderas de todos los países a lo largo de una avenida y un teleférico, al final de la misma, que te muestra esa parte de la ciudad desde las alturas. Además, aquí podemos encontrar distintos tipos de ferias internacionales como la de la comida, la de la cerveza o la automovilística.
A los que les gusten las compras, tienen en Parque de las Naciones un centro comercial con gran cantidad de tiendas, aunque el más grande de la capital portuguesa es el centro comercial Colombo, al lado del estadio Da Luz.
Por último, no hay que perder la oportunidad de coger uno de los tranvías que pasan por las distintas calles ya que es algo que no se puede hacer en todos los rincones del mundo.