Javier Márquez Muñoz -
La carrera hacia Eurovisión ha comenzado. España ya tiene a sus seis aspirantes para participar en el festival que se celebrará en Estocolmo, Suecia, el próximo mes de mayo. TVE ha seleccionado a seis artistas reconocidos en el panorama nacional para ser el abanderado español en el país escandinavo. Los cantantes son Maverick, María Isabel, Xuso Jones, Barei, Electric Nana y Salvador Beltrán.
El miércoles 20 de enero se han dado a conocer los temas que defenderá cada uno en una gala especial llamada ‘Objetivo Eurovisión’ que se celebrará el 1 de febrero y será retransmitida por La 1 de TVE. La polémica ya está servida, dado que la cadena pública ha obligado a los artistas a incluir, al menos, un fragmento de la canción en castellano. Esto sucedió a raíz de que tres de ellos tuviesen planeado presentar candidaturas íntegramente en inglés, a lo que la televisión nacional se ha opuesto frontalmente, coartando la libertad de los autores. Analizando propuesta a propuesta:
Maverick: “Un mundo más feliz”
La canción compuesta por el famoso Juan Magán tiene un aire latino y festivalero, según el artista "a España se le identifica con eso, con la alegría, la diversión y la fiesta". Y sin duda si ese era el propósito del artista, ha cumplido, con ese estilo divertido y de fiesta, más bien popular en mi opinión, que recuerda a otros tiempos en los que la apuesta nacional para el festival era latineo mediocre, poco valorado por el continente.
Salvador Beltrán: “Días de alegría”
El artista catalán propone un tema alegre y distinto a lo que habitualmente se puede escuchar por Europa. La percusión y los aires brasileños de la canción son las claves diferenciadoras con las que podría triunfar. Pero a la canción le falta algún toque más en línea con la música del viejo continente para poder ser halagada por los televidentes europeos y, sin duda, la puesta en escena marcará mucho el devenir de esta candidatura que no parte como favorita.
Electric Nana: “Now”
La madrileña Mónica Vázquez presenta un tema synth-rock, cuya baza principal es la utilización del inglés, francés y español y su ritmo más independiente que podría destacar en un concurso en el que suele abundar el pop y similares. La puesta en escena marcará una propuesta que puede ser eléctrica o quedar en cortocircuito en caso de que no sepa aprovechar la fuerza de su canción, que por otra parte es demasiado corta, escasos 2 minutos, cuando todas en el festival duran tres.
Xuso Jones: “Victorious”
El cantante murciano nos presenta un tema dance y moderno, casi íntegramente en inglés y muy del estilo de la canción vencedora del pasado año. Podríamos estar ante la candidatura más potente e internacional que hayamos presentado nunca a Eurovisión, pero corre el riesgo de ser eclipsada por otras suecadas que intenten recoger el éxito del año anterior, imitando al vencedor. También la posibilidad de que el público no la identifique con España y caiga en el olvido del jurado y televoto. Pero una presentación moderna e impactante con una coreografía adecuada podría reportar buenos resultados en el eurofestival.
Barei: “Say yai!”
La artista lo define como "un tema enérgico, con fuerza y emotivo” con melodías que recuerdan al soul y con un estilo actual e internacional. El mayor pero de la canción de Barei son sus retoques musicales, con una base que podría sonar más limpia y potente. Es un diamante en bruto que, bien pulido, podría ser estrella del concurso, pues tiene potencial para llegar a serlo, pero que en la actualidad suena a canción enlatada y con mucho recorrido por mejorar.
María Isabel: “La vida solo es una”
La que un día fuera la niña bonita de España y vencedora del eurofestival infantil vuelve hecha una mujer con una canción de pop español con toques latinos que define como "un canto a la vida lleno de frescura y optimismo". Es la candidatura más sólida, cumpliendo perfectamente con los parámetros de lo que se espera de España y con una potencia y aires mediterráneos que hasta ahora no nos hemos atrevido a poner sobre el escenario de Eurovisión. Además es la única propuesta que ya cuenta con videoclip que, si es transformado en puesta en escena, podría tener una coreografía potente y un estribillo pegadizo que conquistaran el continente. Pero para ello debería quizás introducir algún fragmento en inglés u otros idiomas que pudiesen implicar más a los televidentes europeos y que daría con la clave de lo que se espera de nuestra canción.
Todas las televisiones europeas tienen ya a punto sus proyectos para el festival. Un predominio de las baladas y canciones lentas, habituales en las últimas ediciones, podría favorecer a cualquiera de las candidatas nacionales, de corte alegre y potente. La decisión se tomará en la gala “Objetivo Eurovisión” que será producida tomando como modelo las grandes preselecciones nórdicas. En ella votarán por primera vez jurados internacionales, que puedan opinar sobre qué candidata española ven mejor para el festival. El resto del voto será otorgado por expertos nacionales y por el famoso televoto, que tendrá el 50% del peso a la hora de elegir a la canción de España. El ganador tendrá que luchar con 42 representantes que buscarán el triunfo y repetir el éxito internacional del último ganador Mans Zelmerlöw y su “Heroes”, además del peso de volver a traer la victoria a España 47 años después.
Javier Márquez Muñoz
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