El “no” estaba asignado. Aquel billete de tren que no quería coger, aquella canción en los auriculares que empezaba a odiar. El destino... otra cosa, de todo aquello, que no le gustaba.
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Estación Vigo-Guixar,Galicia / Photo: Mike C Costas
Fué, llegó, estuvo... Pero aprovechó la primera de cambio para dejarlo todo y volver. Porque, al fin y al cabo, la vida era eso: “ensayo y error” (se repetía) Porque el “no” ya estaba asignado.