Inspiración de geniales artistas entre los siglos XV y XVII, la región belga de Flandes, se configura, hoy en día, como uno de los destinos europeos que tiene más magia e historia en sus impresionantes canales, y en sus características calles y plazas de mercado o Grote Markt.
El trío de ases de la zona lo conforman: Brujas, Gante y Amberes, de las que hablaremos en El Joven Tintero. Si algo tienen en común las tres históricas ciudades, son sus magníficos edificios civiles, conocidos como casas gremiales, que no son, únicamente, un tesoro arquitectónico, sino un testimonio de su gran poder económico y de su importancia en el comercio europeo durante la Edad Media.
CUADERNO DE VIAJE
A tener en cuenta: Documentación (DNI), idiomas (flamenco, francés e inglés), moneda (euro).
BRUJAS
Para comenzar este recorrido por Flandes, la “Venecia del Norte”, Brujas, debido a la gran cantidad de canales que atraviesan la ciudad. Se caracteriza, principalmente, por sus calles adoquinadas y repletas de flores, y su arquitectura medieval. Su mayor atractivo reside en el casco histórico, reconocido Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. En definitiva, hablamos de un museo al aire libre, que maravilla, día a día, a cada uno de sus múltiples visitantes.
Una parada obligada en Brujas es El Muelle del Rosario (Rozenhoedkaai), uno de los lugares más bellos y fotografiados de la región. Se encuentra en el Dijver, uno de los principales canales de la ciudad; sobre el agua, se levantan impresionantes construcciones con fachadas clásicas, bares, restaurantes, y hasta un increíble mercadillo de antigüedades. Actualmente, se utiliza como muelle para pequeñas embarcaciones turísticas y es recomendable visitarlo tanto de día como de noche.
El Begijnhof es uno de los barrios más antiguos de Bélgica, casas blancas, numerosos canales y un espacio verde en el centro con una pequeña iglesia, conforman un lugar que, en el siglo, XIII, daba cobijo a viudas y huérfanas que adoptaron el silencio como forma de vida, y se dedicaron a cuidar de las personas que más lo necesitaban. Justo al lado, se encuentra el Minnewater o Lago del Amor, un rincón entre bosques, rodeado de puentes de piedra, cuya leyenda no deja indiferente a cualquiera que lo visite: una mujer llamada Minna, enamorada de un hombre de Brujas de una condición social más baja, y con el que no le permiten contraer matrimonio, se esconde y acaba muriendo en el bosque del lago. Se dice, que el hombre roto de dolor, separó las aguas y enterró a su amada en las profundidades, para que el amor perdurase para siempre en la zona.
Los mercados de flores y alimentos que se organizan en las plazas Markt y Burg, hacen pensar a los visitantes que el tiempo se ha detenido, que han viajado al pasado para revivir el ambiente de hace siglos. Precisamente en la plaza de Burg se encuentra la Catedral de San Salvador, ubicada en frente del Ayuntamiento, y considerada el edificio religioso más importante de la ciudad. También en esta plaza nos podemos encontrar con una basílica menor, la Basílica de Santa Sangre, conocida por una leyenda, que asegura que entre sus paredes se guarda un trozo de tela con sangre de Jesucristo.
Muchos cuentos parecen estar inspirados en Brujas, y es que su único problema es que es demasiado bonita. Para despedirse de la ciudad, todos aquellos amantes del arte, no deben olvidar visitar el Groeningemuseum, donde se recoge una variada colección de obras que resume, a la perfección, la historia del arte belga.
Alojamiento:
Asiris***
Fevery***
Albert I***
Más información:
www.flandes.net
www.visitantwerpen.be
www.visitgent.be
www.visitbruges.be
Nerea Parada