La crisis ha provocado que Europa retome alguna de las ideologías fascistas que nunca se han olvidado. Con la constante aparición de grupos de ultraderecha y el aumento de seguidores a partidos como el de Marie Le Pen en Francia o Amanecer Dorado en Grecia, cada día son más los que no temen mostrar sus ideologías racistas y xenófobas en público, y ello se puede observar también en Bélgica, un país neutro por excelencia.
En Alemania, durante el año pasado, se produjeron más de 150 ataques de grupos de ultraderecha a extranjeros, según los datos del diario germano Tagesspiegel, el triple de episodios similares que en 2013, lo que refleja el crecimiento de grupos racistas y xenófobos en Europa. Estos hechos vienen a raíz no sólo de la crisis económica, que creó una fuerte ideología nacionalista en gran parte del continente, sino ahora también debido al atentado yihadista contra el diario satírico Charlie Hebdo. Esta creciente ola de violencia viene también apoyada por la aparición de grupos políticos como Frente Nacional de Marie Le Pen en Francia o Amanecer Dorado en Grecia.
El fantasma de nazismo recorre Europa haciendo crecer los partidos xenófobos, y prueba de ello son algunos de los países que más han visto crecer a estas agrupaciones, como son Francia y Grecia. Marie Le Pen ha conseguido que su partido ultraderechista fuese la fuerza más votada en Francia, con un 25% en las pasadas elecciones europeas. Por su parte, Amanecer Dorado, se ha consolidado como tercera fuerza política en Grecia. Pero no queda ahí, el Partido de la Libertad en Austria consiguió un 20%, en Croacia y Dinamarca tuvieron un mayor recibimiento y la extrema derecha ha sido las opciónes con mayor número de votos. Sin olvidar al Movimiento por Una Hungría Mejor, que con el 14% de votos, cuenta con milicias que se dedican a dar caza a gitanos. “Una pena que estoy ocurra en el año 2015, me avergüenzo de que haya gente así en mi país”, declaraba Jenci, un joven erasmus húngaro, que prefiere dar solo su nombre “por si acaso”.
La histórica Italia de Mussolini no se queda a un lado, y cuenta con Casapoud, quien protagonizó otra de las acciones ultraderechistas de este año. El pasado 24 de enero irrumpieron violentamente una manifestación de dos mil personas que protestaban contra la agresión que sufrió Emilio Visigallu, un militante del Centro Social por parte de militantes de Casapoud, a quienes se les investiga por diversos cargos de intento de asesinato y disturbios con agravante, por asestarle golpes con una barra de hierro.
Por ello, desde los recientes actos de violencia terrorista en Europa, numerosas marchas consideradas neonazis han tomado las calles de las ciudades europeas. La más numerosa fue la protagonizada por más de 10.000 personas en Dresde, Alemania, donde se manifestaron contra la islamización de Occidente.
Amanecer Dorado se posiciona en Alicante
En España, el partido Amanecer Dorado ya se ha hecho un pequeño hueco, situando su pequeña sede en la alicantina localidad de Alcoy. A través de su perfil de Twitter, se posicionan como un partido “fascista, anticapitalista y anticomunista”, que en uno de sus tuits pide que: “Compra SÓLO producto NACIONAL”. Aunque a diferencia de otros países no promueven ni aprueban la violencia, ejemplo de ello fue la posición neutra que optaron cuando se conoció que el pasado nueve de enero de 2015 tuvo lugar en el metro de Barcelona una agresión de índole racista y xenófoba por un joven que profesa, según la fiscalía, “una ideología nacionalsocialista”.
A pesar de ello, el aumento de los partidos de ultraderecha en Europa no se ha visto reflejado en España donde estos partidos pasan casi desapercibidos debido a unos resultados en las elecciones muy discretos.
Bélgica no se salva
El país belga, que ha mostrado su histórica neutralidad, y que acoge como sede a las Instituciones europeas, también es un destacable punto de reunión para los jóvenes nacionalsocialistas. El pasado verano, tanto Bruselas como la localidad de Mons, al sur del país, fueron las sedes elegidas para una conferencia secreta de la que se dio a conocer su paradero exacto una vez finalizada. El evento fue organizado por Zenit Belgique, “una asociación belga que quiere mantener cálido el interés en la ideología fascista”. A esta conferencia asistieron representantes del partido griego Amanecer Dorado, Boviatsos Konstantinos y Alexandros Lyris, junto con Gabriele Adinolfi, un ex-terrorista de la ultraderecha italiana y presidente del movimiento Casa Pound, quienes anunciaron que “el nazismo está luchando en las calles".
“Para lo antifascistas esto supone una clara victoria, ya que estas personas entienden que tienen que ocultarse ante la sociedad”, afirmaba ante los medios Thomas Englert, miembro de Jeunes Organisés et Combatifs (JOC) (Juventud Obrera Cristiana, en español). La calle y lugares públicos están reservados para aquellos que defienden la justicia, la solidaridad y la democracia, y no para aquellos que, como parásitos, quieren disfrutar de la miseria social para difundir el odio, son algunas de las ideas que quieren transmitir JOC a la sociedad.
A pesar de ello, los activistas antifascistas como JOC y otros sindicalistas como Fédération Générale du Travail de Belgique (FGTB), que se organiza de “la resistencia social en el país”, muestran su descontento con el comportamiento de los políticos y la seguridad ciudadana belga. Acontece tras las consecuencias ocurridas el pasado mes de noviembre. Mientras la derecha neofascista marchaba por las calles de Bruselas, los antifascistas y sindicalistas, quienes no superaban la cifra de 300 personas, realizaban a su vez una protesta en contra al grito de: “No hay fascistas en nuestros barrios”. El resultado para estos fue negativo, ya que acabaron con 25 de sus miembros detenidos.
"Ninguna de las acciones de los manifestantes, independientemente de su ideología, puede justificar la violencia", respondía la Policía de Bruselas en un comunicado. A lo que los líderes de la JOC y FGTB, contestaban afirmando que "mientras estábamos tratando de unirnos a la manifestación fascista para expresar nuestro desacuerdo, fuimos literalmente golpeados violentamente por una veintena de agentes". Continúan haciendo hincapié en que "la respuesta de la Policía fue totalmente desproporcionada y totalmente innecesaria. Es indignante que los militares de diversos partidos fascistas europeos fueran escoltados por un cordón policial”.
Crisis económica, estancamiento social y los actuales ataques terroristas son lo que ha provocado en la población el resurgimiento de ideas nacionalsocialistas. “No estoy de acuerdo, pero creo que los movimientos no violentos son buenos para luchar contra la perdida de nuestra identidad y para recuperar puestos de trabajo que nos pertenecen”, es así como lo ve Cédric Crutzen, un joven belga de 20 años quien se considera cercano a la ultraderecha. Y es en esto en lo que a través de la mayoría de gobiernos e instituciones europeas se pretende erradicar, ofreciendo una nueva visión del mundo en el que vivimos hoy en día, y estableciendo que la libertad e igualdad vuelvan a las calles.